Colegio José Carlos Mariátegui (Afueras), a set on Flickr.
Finalmente, llegamos al colegio donde, según el DNI, había que votar. Probablemente por la hora, la interminable y quejumbrosa cola que había en otros lugares fue nula en esta oportunidad. Este milagroso hecho dio la oportunidad de hacer la misma pregunta hecha en la UNI a los ya pocos votantes de este mini-escenario de la democracia, caños para quitar la tinta incluidos.
La primera persona en responder la cuestión -la tercera en requerírselo- fue una señora con los ánimos obviamente caldeados por el trajín. Respondió rápidamente: "Si no cómo me iba a enterar? Tenía que enterarme por medio de periódicos", a la vez que intentaba zafarse lo más pronto posible para, como nos percatamos después, comprar un helado Sublime. Luego, y con el mismo nivel de efervescencia que la doña anterior, un señor impuso su caso de manera dictatorial. "No me han influenciado en nada", sentenció.