El crítico escenario que atraviesa Japón a partir del terremoto del 11 de marzo se acentúa a raíz del alto nivel de radiación que afectan ahora a sus alimentos y, principalmente, el agua, informa la BBC Mundo. El alto nivel de yodo, emitido por la fallida planta nuclear de Fukushima, hace dudar de cualquier alimento a consumir, sobre todo en el caso de los niños.
Aunque según Hidehiko Nishiyama, portavoz de la Agencia de Seguridad Nuclear de Japón, "el yodo tiene una vida media de ocho días", el gobierno nipón ha optado por prohibir tanto las exportaciones como el consumo de alimentos producidos cerca de la planta.
El tema nuclear ha entrado en la agenda política de otros países a partir de la situación en Japón. Uno de los casos más vistozos es el de Alemania, en donde 50 000 personas han protestado contra el uso de la energía nuclear.
Fuente: TeleSur
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